Para lograr superar la crisis de la hípica mexicana se debe empezar por el principio.

En las últimas semanas todos hablan, todos comentan, todos pregonan y todos proponen y nada que se aterriza.

Esto es lo que pasa actualmente en la industria de la Hípica Mexicana, no se dispone de un diagnostico veraz y oportuno, que permita atender a cada uno de los sectores que conforma esta industria.

Por una parte, se da a conocer la importancia de elevar el monto de los premios que permita sostener a los ejemplares en el Hipódromo y se puedan cubrir de manera adecuada los pagos a los jinetes, entrenadores y personal que atienden a los ejemplares.

Por otro se habla de la necesidad de mejorar las condiciones de los jinetes y la formación de los mismos; así como de los entrenadores y del personal que labora.

Por otra parte, se hace mención de que hay que impulsar y fortalecer la cría mexicana y hacerlo más competitivo, generando condiciones propicias para su desarrollo, crecimiento y consolidación.

Y finalmente se habla de tener respeto y consideración a la afición que es una parte fundamental de la hípica nacional e internacional. Además, de mejorar las condiciones en que participan los principales protagonistas de esta industria que son los ejemplares pura sangre. Se dice mucho pero se avanza poco.

Por lo anterior, es indispensable que se parta de un Diagnóstico real que permita definir las condiciones en que se encuentra la industria hípica y a partir de ello poner en la mesa de discusión las posibles soluciones que permita el beneficio de TODOS los involucrados desde el propietario hasta la afición, pasando, por los criadores, entrenadores, jinetes y todo el personal que labora en esta industria.

Y a partir de ese momento asumir compromisos con la empresa y el Gobierno Federal vía Gobernación para que de manera conjunta TODOS coadyuven al mejoramiento de la hípica mexicana y TODOS salgan beneficiados y renazca la industria hípica mexicana.