Con la noticia de que los pacientes en un estado no grave por el coronavirus comenzarán a ser enviados directamente al Centro Citibanamex, ante la poca ocupación que tienen estas instalaciones.
Cabe recordar, que Codere, mostro
su apoyo a la lucha contra la pandemia por el coronavirus aportando las
instalaciones del Centro Citibanamex de México -el recinto de congresos,
exposiciones y convenciones más importante de Latinoamérica-, para que pueda
ser utilizado como unidad temporal hospitalaria.
Un proyecto coordinado por
el Gobierno de la Ciudad de México con el apoyo de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) que, a través de la Facultad de Medicina, se ha hecho
cargo de la dirección técnica, médica y hospitalaria-, y que junto a otras
empresas y fundaciones mexicanas, hicieron realidad el acondicionamiento del
recinto en tiempo récord.
Esta unidad hospitalaria
temporal fue inaugurada con 234 camas listas para recibir a personas en fase de
recuperación o convalecientes. Fue abierta el pasado 22 de abril por la jefa de
gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum.
Aunque en un inicio se
proyectaba habilitar hasta 854 camas, hasta el momento hay apenas 92 personas
hospitalizadas y 20 más que han sido dadas de alta, según el informe que se nos
brindo.
Para aprovechar las
instalaciones, se comenzará a dirigir al Citibanamex a aquellos pacientes que
sean diagnosticados con probable COVID-19 en las unidades de triage de los
hospitales, pero cuya condición no sea grave.
De acuerdo a la información
que se dispone, la Unidad Hospitalaria Temporal Centro Banamex, esta cumpliendo
de manera importante su función. La batalla se esta librando y la solidaridad
de empresarios se ha hecho patente para combatir de manera unidad el Covid 19.
Pero hay otra batalla, que
no puede ignorarse y se encuentra frente al Centro Banamex y es el Ovalo
Sotelino, el majestuoso Hipódromo de las Américas, que ya cumple su séptima
semana sin actividad hípica.
Aunque existe movimiento, de
ejemplares, caballistas, entrenadores, jinetes y cuidadores, así personal
esencial para que los corredores puedan seguir efectuando sus entrenamientos,
la esencia misma de las carreras de caballos es la competencia, lo cual no es
posible que se lleve a cabo en estos momentos de crisis sanitaria, debido a las
restricciones que impone las autoridades por el Covid 19.
Hoy la pista de carreras,
como las instalaciones del Ovalo Sotelino se encuentran en silencio, dejaron de
ser esos bulliciosos y frenéticos espacios de apuesta, pasión y adreladina.
La afición hípica, sigue
ausente, pero a la vez ansioso del llamado de la trompeta, que anuncie una vez
más que los guerreros de la pista salen a escena, esa afición hípica solidaria,
fiel y comprometida, están ávidos de ser parte de la transformación del
Hipódromo de las Américas, porque definitivamente, el Covid 19, debe motivar a
los responsables del Ovalo Sotelino a iniciar cambios sustanciales y generar
condiciones más favorables que permita que todos los integrantes de la familia
hípica, que es una industria que genera
miles de empleos de manera directa e indirecta, sea escuchada, atendida y sobre
todo acompañada, para que el deporte de los reyes, continúe siendo un espacio
familiar, recreativo, turístico y excepcional para el desarrollo de diversos eventos culturales,
deportivos y empresariales.
Hoy el Hipódromo de las
Américas, no solo es responsabilidad del concesionario, sino de la propia
afición hípica y la familia hípica, si todos coadyuvamos para que la tradición
y el esplendor de este deporte prevalezcan, se podrá salir avante de la crisis
sanitaria y económica.
Solo es cuestión de sumar
esfuerzos, voluntades y poner manos a la obra.
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