Noticias Internacionales. Cualquier tipo de ajustes
que se pretendan realizar en estos momentos en el calendario hípico de los
Estados Unidos, daría lugar a que la Triple Corona, simplemente, se llevaría a
cabo bajo circunstancias especiales, ya que las competencias como el Preaskness
Stakes y el Belmont Stakes tendrían que ajustarse a después del primer sábado
de septiembre que es la fecha en que se celebraría el Kentucky Derby.
Sin embargo, la
Asociación de Carreras de Nueva York (NYRA) aun no ha anunciado nada con
respecto a la fecha del Belmont Stakes, la cual es la tercera prueba de la
triple corona, lo cual se interpreta que sigue con su fecha de programación
original que es el 6 de Junio.
En cuanto al Preakness
Stakes, que es la segunda prueba de la triple corona, se esta manejando con
fecha del 3 de octubre o una fecha posterior, pero en el mismo mes. La carrera
estaba originalmente programada para el 16 de mayo, pero el Jockey Club de
Maryland y el gobernador Larry Hogan anunciaron que se pospondría debido a la
pandemia del COVID-19, poco después de que Churchill Downs cambiara el Derby de
Kentucky para el primer sábado de septiembre.
Y si consideramos, que
en el primer fin de semana de noviembre, se tiene programado la Breeders´ Cup y
sus organizadores ya confirmaron que dicha fecha no se altera. Pues el calendario
podría quedar desfasado y muy apretado para los ejemplares tresañeros, un verdadero
dilema en verdad, salvo muevan fechas de competencias emblemáticas.
Las autoridades
estatales y locales, los dirigentes hípicos y los ejecutivos de la TV, deberán tomar
una serie de decisiones con base en la situación de seguridad y salud, a medida
que ésta vaya evolucionando. Y los propietarios de los ejemplares tresañeros y
mayores, en conformidad a los ajustes que cada Hipódromo realice deberán
determinar de manera reflexionada en que competencia estaría presente su
ejemplar.
Y otro dato, que impacta en la afición hípica y la tradición, es
el caso, de sin importar cuándo se realice el Preakness, el "infield"
estará cerrado. Los organizadores decidieron el cancelar un festival en que
decenas de miles de personas se reúnen durante la tradicional jornada para
beber cerveza, socializar, presenciar recitales y apostar a las carreras.
El infield, como se conoce en los Estados Unidos al sector
ubicado en el centro de la pista, suele representar la mayor cantidad de
asistentes a la carrera. El año pasado llegaron a Pimlico 131.256 espectadores,
quienes apostaron una cifra récord de US$99.852.653. En este año, por lo menos,
ya no será así.
Pero la función debe
continuar, quizá con sus limitaciones y previsiones, pero se espera que la
hípica retome su paso y el deporte de los reyes siga haciendo vibrar a la
afición hípica.
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