Rubén Escalona sigue vigente y muestra su calidad en el Ovalo Sotelino
Primera
Parte
La vida de un jinete está llena de
sacrificios, la talla, el peso, los riesgos de cada una de las competencias en
que participa son factores que deben ser considerados, la presión de los propietario
de los ejemplares que monta y de los entrenadores por obtener la victoria en
condiciones generalmente difícil son consideraciones que se suman a la
complejidad de esta profesión.
Y definitivamente, la opinión de la
afición hípica en cuanto a la labor realizada por cada jinete en cada función
se refleja en los aplausos o abucheos que reciben del respetable ante una
excepcional actuación o una penosa labor a bordo de sus majestuosos corceles.
Estos hombres que se juegan la vida,
que pesan no más de 52 kilogramos, son parte esencial de las actividades del Ovalo
Sotelino, son los principales protagonistas del Deporte de los Reyes.
Muchos de los denominados “muñecos
de seda”, inician a edad temprana su labor como jinetes profesionales, donde la
ilusión y la esperanza son de obtener la victoria en las competencias de mayor
jerarquía del calendario hípico. En el Hipódromo de las Américas, el Hándicap
de las Américas es la carrera que todos quieren ganar y quién logra ese
objetivo se convierte en leyenda entrando por la puerta grande en el libro de
record de la hípica mexicana, pero también viste de manera plena la conquista
de la triple corona mexicana, donde ejemplar y jinete prueban las mieles de la
consagración y escriben su nombre con letras de oro.
Y que decir cuando el triunfo, se
logra a nivel internacional representando a la cría mexicana y los colores
patrios, como es el caso del Clásico Internacional del Caribe y las
competencias que conforman la Serie Hípica del Caribe, sólo los mejores han
logrado saborear ese néctar que sabe a gloria.
Y uno de los jinetes que a través de
su larga trayectoria que ha logrado saborear con plenitud el sabor dulce al
obtener las competencias de mayor importancia de la Hípica mexicana es nada más
y nada menos que Rubén Escalona Silva, quién ha logrado a través de su carrera
como jinete profesional convertirse en leyenda y ser un referente de los
muñecos de seda del Ovalo Sotelino.
Y en este año, Rubén Escalona Silva
cumple 30 años de brillar con intensidad en la pista del Hipódromo de las
Américas y entre sus principales logros se encuentra haber conquistado el
Hándicap de las Américas en 3 ocasiones, el ganar la triple corona de potros en
el 2002 y de haber obtenido un gran número de clásicos que le han permitido ser
nombrado como el “maestro”.
3 comentarios:
Caramba te diste la media vuelta que buen artículo hablar de buenos jinetes que también tuvieron problemas y lograron seguir montando con finura elegancia y no importan los tropiezos Rubén excelente jinete que a decidido dar cátedra a los nuevos valores hay tantos personajes que hay que impulsar al reconocimiento
Es un jinete muy completo tanto con punteros como de medio grupo y cerradores, mi mas sincero reconocimiento y q Dios lo cuide siempre ! Felicidades Mi Rubencillo !!
Es buen jinete, lástima que es muy mañoso y hecha para atrás a los caballos por intereses propios tales como las apuestas, por eso le deje de dar montas en mi cuadra por lo tranza que era, me hacía pasar muchos corajes y más cuando llevaba un caballo favorito lo hacía llegar cola.
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