Pikotazo orgullo mexicano.

Por: Leticia Bravo Ostos

Pikotazo, es un hijo de Get Around y nieto del inmortal Citation, nacido en Sonora, México, y criado por Gustavo Zepeda Carranza, este potro zaino hizo historia en México al conquistar la triple corona mexicana, segundo potro que lo conseguía, y el Clásico Criadores Mexicanos en el mismo año, primero que lograba tal hazaña.

Pikotazo, nació hasta junio por lo que no corrió de dosañero haciendo su debut el 25 de diciembre, obteniendo su primera victoria. En su campaña de tresañero, en el año 1980, corrió en ocho ocasiones en el Hipódromo de las Américas, habiéndolas ganado todas y entre sus triunfos se contaron los obtenidos en el Stakes Jockey Club Mexicano, en el Gran Premio Nacional y en el Derby Mexicano, siempre montado por José Cruz Martínez, para convertirse así en el segundo potro en ganar la Triple Corona Mexicana, después de Gran Zar. PiKotazo obtuvo un triunfo más en el Criadores Mexicanos.

Tras su formidable campaña, Pikotazo fue enviado a correr en Nueva York en la tercera y más difícil gema de la triple corona de Estados Unidos, el Belmont Stakes sobre milla y media.

En esta carrera, Pikotazo que fue ensillado por Claudino Hernández y montado por el panameño Rubén Hernández, compitió en contra de la potranca Genuine Risk, ganadora del Kentucky Derby, lamentablemente Pikotazo tuvo una mala salida, lo que obligó al jinete a iniciarlo demasiado pronto, se puso en punta a pesar de los esfuerzos de su jinete, y finalmente se rezagó para la que sería la primera derrota en su récord.

Para su segunda salida en Nueva York, le llevaron de México a su jinete de planta, José Cruz Martínez, y tuvo una impresionante actuación. Se midió con Supperbity, uno de los mejores tresañeros de Estados Unidos, al que le llegó segundo, con cierre violento y cruzando la meta a menos de un largo del ganador.

En su tercera salida fue montado por el jinete chileno que actuaba en México, Santiago Benito Soto, ya que se lastimó José Cruz Martínez, y el potro de Gustavo Zepeda Carranza ganó con facilidad.

Pikotazo fue dejado en manos de Alberto Barrera, hijo del inmortal Lázaro Barrera, entrenador cubano que se hizo en México y escaló alturas insospechadas en el país del dólar, donde llegó a ser considerado el mejor entrenador. Su nombre está dentro del Salón de la Fama de E.U.

Alberto Barrera lo preparó para el Stakes Palisades en Meadowlands y se lo dio a montar al panameño Laffit Pincay Jr., quien lo llevó a cruzar la meta en primer lugar después de hacer todo el recorrido en punta, pero por una decisión un tanto rigorista de los árbitros de la planta de Nueva Jersey, fue descalificado y colocado en segundo lugar. Pikotazo voló de Nueva York a Caracas, Venezuela, para el XIII Clásico Internacional del Caribe y fue hecho favorito por el público venezolano, que impuso la tarde del domingo 7 de diciembre de 1980, PiKotazo ganó el Clásico del Caribe, y cruzó la meta con largo y medio de ventaja sobre la potranca local Neblina.

Su actuación en Nueva York y en el Caribe dio pie a que, por primera vez en la historia de la hípica mexicana, un ejemplar nacional fuera considerado con suficiente calidad para recibir peso en los handicaps libres, o catalogaciones por pesos, que hacía el famoso oficial de carreras Frank E. Kilroe, para la revista especializada "The Blood Horse" de Lexington, Kentucky.

Pïkotazo, en dicha revista, recibió el décimo primer lugar entre todos los tresañeros de la Unión Americana, algo sin precedente y que coloca al orgullo de su criador, Gustavo Zepeda Carranza, en la cima de los ejemplares criados en México.

Pikotazo-Gustavo Zepeda Carranza, un binomio para la historia, aquella que se escribió con letras doradas.

Fuente: La foto que se publica es cortesía de www.anecdotashipicas.net