Recordando
a grandes estrellas del Ovalo Sotelino. Un ejemplar que causo grata sensación a
finales de la década de los 80´s fue Diablotaín hijo de Sham y Scharade por
Pretense, quién como dosañero participó en siete competencias, logrando la
victoria en tres y arribando en tercer sitio en una sola ocasión.
En aquellos años, ejemplares como Campo
Amor, Cancun Native, Concorde y Cuitlahuac empezaban a escribir su propia
historia junto con Huixtla y Polvo de Estrella, tanto en la división de potros
como potrancas.
Campo Amor simplemente era un sol en el
firmamento del Ovalo Sotelino defendiendo los colores de la Cuadra Las Animas.
Sin embargo, en 1988, las cosas tomaron un
nuevo rumbo y diversos ejemplares empezaron a escribir su propia historia,
entre ellos Diablotain, quién inicia como tresañero arribando en segundo lugar
en el Clásico Quetzalcoatl.
Participa en la primera prueba de la
triple corona el Stakes Jockey Club Mexicano y se lleva los honores al vencer a
dos grandes exponentes de la hípica Cuitlahuac y Campo Amor.
En la segunda prueba de la triple corona
el Gran Premio Nacional, Diablotain es derrotado por Cuitlahuac quien logra
imponerse, en segundo sitio arribo Mr. Beto y Diablotain tiene que conformarse
con la tercera posición perdiendo como gran favorito.
Sin embargo, en la tercera prueba de la
triple corona, Diablotain, regresa por la senda del triunfo y logra derrotar a
Cuitlahuac para llevarse los honores de la competencia.
En el Clásico Criadores Mexicanos, Don
Gabriel lograba escribir su nombre y varios ejemplares se embarcan al Ovalo de
Agua Caliente para disputar un boleto y estar en el Clásico Internacional del
Caribe que precisamente sería en el Hipódromo de Tijuana.
Cuitlahuac, Manhir, Don Gabriel, Cancun
Native y Joseph salen en busca de ser parte de la historia.
En cuanto a Diablotain, después de su
triunfo en el Derby Mexicano, participa en el Hándicap de las Américas, enfrentándose
a diversas estrellas mayores, arribando en tercer lugar siendo vencido por
Ambassador y Trevor Ten.
Su siguiente salida fue en la Copa de Oro,
logrando el segundo sitio.
En su tercera temporada como corredor se
presenta en el Hipódromo de Santa Anita en los Estados Unidos y en cuatro
ocasiones que compite, solamente obtiene una victoria.
En 1990, regresa al Ovalo Sotelino para
arribar en segundo lugar en el Clásico Asociación Mexicana de Caballistas,
participa en el Hándicap Hidalgo quedando en segundo lugar, compite en el Hándicap
Gay Dalton y logra el segundo lugar y en el Hándicap Presidencial el consentido
de la cuadra As, Sonsonate, logra llevarse los honores de la prueba quedando dejando
en la tercera posición a Diablotain.
En el clásico de clásicos de 1990,
Diablotain, un ejemplar que por sus características, salió con la etiqueta de
uno de los favoritos, derroto a Sonsonate, el cual por segunda ocasión quedaba
a la orilla en la carrera que todos quieren ganar y en tercer sitio arribaba
Alemania.
Diablotain concluyo la temporada logrando
dos victorias más y dejo una huella en la memoria de la afición hípica, que
junto con Lobo y Claramount, fueron ejemplares que brillaron con luz propia en
el Hipódromo de las Américas.
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