Gorilero vence por nariz a Lobo en el Hándicap de las Américas 1989
Recordando
a grandes estrellas del Ovalo Sotelino. La cuadra Carlufer en 1988 tuvo un ejemplar
que rápidamente se convirtió en estrella sobre todo en la división de
velocistas, su arranque y presencia como corredor de distancias cortas fue su
carta de presentación al hacer campaña en el Ovalo Sotelino.
Lobo hijo de Canjun Prince y Tacit
Approval, criado en Cardiff Stud Farm fue un ejemplar que mostró en el
Hipódromo de las Américas su gran velocidad llevándose la corona de campeón
sprinters y mostro su liderazgo en competencias de medio fondo y fondo al
llevarse la corona de campeón handipper y Caballo del Año en 1989.
En 1988, Lobo venía de realizar una campaña
regular en los Estados Unidos en Santa Anita, Hollywood Park y Alamitos,
presentándose en el Ovalo Sotelino en Diciembre del mismo año y debutando con
un triunfo en el Clásico Windsor, una competencia para velocistas.
En la temporada 1989, Lobo rápidamente
enseño las orejas al adjudicarse el Handicap Inaugural, mostrando que sería un
ejemplar de cuidado para la naciente temporada.
Pero nadie se imaginaba que ese
ejemplar empezaría a construir su propia historia como corredor.
Su siguiente salida a la pista del
Hipódromo de las Américas fue en el Clásico Campeón de Campeones, logrando la
victoria al derrotar a Pijijiapan en el Clásico Asociación Mexicana de
Caballistas logrando su cuarta victoria consecutiva y su cuarta carrera
clasiquera en una lapso de dos meses y es inscrito en el Handicap Día del
Charro, cuatro clásicos de manera consecutiva en sus primeras cuatro
competencias en el Hipódromo de las Américas.
Su primera prueba de fuego fue en el
Hándicap Hidalgo arribando en tercer lugar y en el Hándicap Morelos regresa por
la senda del triunfo y confirma su excelente momento al llevarse los honores
del Hándicap Presidencial antesala del Hándicap de las Américas en ese año.
Lobo arriba al Clásico de Clásicos
como el gran favorito de las mayorías, logrando una racha impresionante de
triunfos y clásicos, contando con el apoyo de afición hípica quién abarroto el
Ovalo Sotelino en la carrera más importante de este ejemplar.
Lobo tuvo una carrera
excepcional; sin embargo, Gorilero con momios de 20 a 1 logra imponerse por
nariz en pleno alambre de meta en una recta final de alarido.
Lobo después de su fracaso en la
carrera que todos quieren ganar, participa en la Copa de Oro, la carrera más
larga del calendario hípico y logra derrotar a su verdugo Gorilero, el cual en
esta ocasión nada pudo hacer contra el consentido de la cuadra Carlufer. En
tercer sitio arribo Mr. Beto.
Lobo continuaba sorprendiendo a la afición
hípica con su gallardía y victorias contundentes, es inscrito para competir en el
Clásico Velocidad logrando la victoria.
En el mes de octubre en el Día de la
Raza, Lobo participa en el Handicap Cristobal Colón y vence a Forlinsky y
Lara´s Prince, cerrando la temporada compitiendo en el Clásico Windsor, el cual
por segundo año consecutivo logra imponerse, fue una temporada de ensueño para el
pupilo de la cuadra Carlufer.
Con la brillante temporada realizada, Lobo
y Efrén Loza lograban obtener la corona de Campeón
Sprinters, Campeón Handipper y Caballo del Año de la Temporada 1989, su
único pecado fue haber caído con la cara al sol en el Clásico de Clásicos.
Al inicio de la temporada 1990, Lobo arriba
en segundo lugar en el Handicap Inaugural y esa sería su última participación
en el Ovalo Sotelino.
Sus victorias, su constancia, sus
éxitos fueron las cartas de presentación de un ejemplar que rápidamente se
incrusto en la memoria de la afición hípica y logró el respeto de propios y
extraños.
La próxima entrega hablaremos sobre el "Pibe" Blackap.
La próxima entrega hablaremos sobre el "Pibe" Blackap.
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