22 jul 2016

Voy por Uno, una leyenda del Ovalo Sotelino.


Voy Por Uno ganando el Clásico Internacional del Caribe 1976

Recordando a grandes estrellas del Ovalo Sotelino. Recordando al hijo de Dauphiny y Gran Compa que fue adquirido a un bajo precio y que a la postre se convirtió en un campeón y leyenda de la hípica mexicana, por sus triunfos y consistencia como corredor.  
Voy Por Uno como dosañero mostró su calidad como corredor y su velocidad, era un ejemplar que le gustaba las competencias de velocidad y lograba
En la temporada 1975, como dosañero participó el cocho competencias logrando seis victorias, un segundo lugar y un tercer sitio. Tres de sus triunfos fueron en carreras clasiqueras, llevándose los honores en el Clásico Cuauhtemoc, Anahuac y Asociación Nacional de Criadores.
Voy Por uno rápidamente mostró sus cualidades como corredor y logró brillar con luz propia en un escenario donde importantes ejemplares le brindaban a la afición hípica emociones en racimos.
Ya como tresañero, Voy Por Uno, simplemente, logro conectarse con los turfanaticos y cada victoria obtenida era festejada con emoción, pero cada derrota era un balde de agua fría para un gran número de seguidores.
Voy Por Uno en la temporada 1976, participó en 11 competencias, logrando nueve victorias y dos carreras quedo fuera de los tres primeros lugares.
Obtuvo el Stakes Jockey Club Mexicano y el Gran Premio Nacional para caer derrotado en el Derby Mexicano y regresar por la senda de la victoria en el Clásico Criadores Mexicanos.
Se llevo los honores en el Clásico Guadalupano y su carrera cubre fue al ganar el Clásico Internacional del Caribe, dándole una gran satisfacción al público asistente al Ovalo Sotelino.
A la edad de cuatro años, el consentido de la cuadra Ely compite en nueve e ellas logra la victoria, una queda en segundo lugar y una más arriba en la tercera posición.
Voy Por uno conquisto el Clásico Asociación Nacional de Caballistas, el Clásico Carlos Gómez y el Clásico Velocidad. Sucumbió en el Handicap Buen Vecino y mordió el polvo en el Hándicap Gay Dalton.
En 1978, Voy por Uno ya era un ejemplar de cinco años, seguía siendo el consentido de la afición a pesar de nuevos nombres que empezaban a sobresalir en el Ovalo Sotelino como Gran Zar. En esa temporada fue enviado a competir al Hollywood Park y logro cuatro segundos lugares en cinco actuaciones.
Y en 1979 solo participo en una sola ocasión y fue en el Hipódromo de Agua Caliente logrando un segundo sitio en una carrera de concesión.
Voy Por Uno, escribió una página de Oro en el Clásico Internacional del Caribe. Estuvo cerca de convertirse en Triple Coronado y a pesar de que no participo en el Hándicap de las Américas, fue un corredor que demostró pundo honor en la pista de los Estados Unidos.
Voy Por Uno, ese caballo que fue despreciado por los conocedores de los pura sangre y al final dejo huella en el Ovalo Sotelino, donde solo los guerreros y ejemplares consistentes logran conquistar el cariño de la afición hípica.
Por cortesía de Youtube y Clasico del Caribe el Clásico del Caribe 1976.

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