Segunda Parte
No podemos ignorar la labor que emprendieron
criadores mexicanos en aquella época de oro, donde los productos nacidos en
México eran reconocidos por su calidad y entereza.
Criadores de caballos pura sangre como
Carlos Gómez, Raúl Cano Faro, Gustavo Zepeda Carranza, Daniel Cárdenas Mora,
Carlo Porraz, Roberto A. Ruiz, Ignacio Borquez Zazueta, Justo F. Fernández,
Antonio Miguel Nader, Juan Salgado Navarro, Gaspar Rivera Torres y Víctor
Achar, por citar algunos, dejaron huella en las décadas de 60`s, 70`s y 80`s.
Si nos referimos a Don Carlos Gómez es hablar del
arquitecto de la Hípica Mexicana en los inicios del Hipódromo de las Américas.
Desde aquellos momentos en que el
Ovalo Sotelino se vestía de gala era el recinto oficial de la hípica mexicana, surgió
los colores del St. Luis Stable y más tarde cambiaría su nombre a Cuadra San
Luis, donde Don Carlos Gómez genero su historia y conformo su leyenda en la
hípica mexicana.
De acuerdo a la información que se
logró recopilar de este personaje, Don Carlos Gómez monopolizo el Gran Premio
Nacional con 15 ganadores TORCACITA, RE-TORTA, JABATO, TORCASO, ACHIOTERO,
CATORCE, REPORTERO, CARABALI, MODISTILLA, TACUARINA, FREE TORCAZ, CHUMBERO,
CACHAVA, EL COMANCHE Y TOLETE.
Recordar a Carlos Gómez es recordar a
El Comanche, Tolete, Almudín, Bertulio, por citar algunos ejemplares que
brillaron con luz propia a fines de la década de los 60`s y principios de los
70`s en el Hipódromo de las Américas y a nivel internacional.
Quién no ha saboreado y vuelto a
revivir, la hazaña de El Comanche,
el primer ganador del Clásico Internacional del Caribe por México, el cuál le
otorgó a la cría nacional su primera victoria en una competencia internacional.
Perteneció a la cuadra San Luis y fue criado por Carlos Gómez, una leyenda en la hípica mexicana.
Quien no recuerda a Raul Cano Faro y su cuadra Carrusel, donde
hicieron época en el Ovalo Sotelino, por la calidad de sus ejemplares y los
logros obtenidos en las diferentes competencias hípicas llevadas a cabo en el
Hipódromo de las Américas.
Uno de los ejemplares de mayor
renombre del Arq. Raúl Cano Faro fue Guadamur (1969) el primer ídolo nacional
para muchos, hizo vibrar las gradas del Hipódromo de las Américas, provoco los
llenos espectaculares y sus hazañas han sido recordadas por décadas.
Guadamur, sucumbió en la tercera
prueba de la triple corona, pero se llevó las palmas al ganar el Hándicap de
las Américas y conquisto el Clásico
Internacional del Caribe realizado en México, y en 1971 fue el primer ejemplar
nacido en México que lograba conquistar por segunda ocasión el Hándicap de las
Américas.
Otro ejemplar de la crianza de Raúl
Cano Faro fue Hashin, el cual se llevó los honores en el Clásico Internacional
del caribe en 1970, otorgándole a la cuadra Carrusel y a Raúl Cano Faro la
segunda victoria en dicha justa Internacional.
Por cortesía de Youtube y anecdotashipicas
clásico del caribe 1970.
La cuadra carrusel logró imponer una
marca que hasta la fecha ha sido difícil superar, ganar en seis ocasiones el
Hándicap de las Américas.
En 1965 Sapristi obtuvo por primera
ocasión el clásico de clásicos a favor de la cuadra Carrusel, en 1966 Sayil
logra llevarse los honores para darle a la cuadra Carrusel su segundo Hándicap
de las Américas, en 1967, Sayil buscaba convertirse en doble ganador pero
surgiría un potro tresañero llamado Roman Luck, el cual sorprendió a propios y
extraños haciendo la “chica”, convirtiéndose en leyenda. Roman Luck sería
adquirido por la Cuadra Carrusel, participando en el Hándicap de las Américas
en 1968 y por segundo año consecutivo obtiene la victoria, otorgándole a la
cuadra Carrusel su tercer clásico de clásicos en cuatro años, una marca
excepcional.
En
1969, una leyenda e ídolo de México surgía de las filas de la cuadra
Carrusel, su nombre Guadamur, ese potro que se quedó a la orilla en la triple
corona, pero se sacaría la espina conquistando la “carrera que todos quieren
ganar”.
En 1970 Tolete se llevaría la victoria
y volvería a impedir a la Cuadra Carrusel el poder llevarse por tercer año
consecutivo el Hándicap de las Américas. La cuadra San Luis se llevaría los
honores.
En 1971, fue la quinta ocasión que la
cuadra Carrusel lograba obtener el clásico de clásicos a través de Guadamur,
quién lograba por segundo ocasión llevarse el Hándicap de las Américas. El
ídolo de México, volvía a confirmar su esplendor.
Y la sexta victoria obtenida por la
cuadra Carrusel la lograría a través de Izmir en 1972 marcando todo una época en
el Ovalo Sotelino.
Otros ejemplares criados por Raúl Cano
Faro, podemos citar a Lariska, Loripori, Jativa, Karim, Orio y Gumiel, por mencionar algunos.
Un criador que dejo huella en esa
época de oro fue Justo F. Fernández,
quién brillo con luz propia con Nacozareño, Beduino, Nancytal, Fenicia, Borgia,
entre otros.
Entre las joyas que tuvo Justo F.
Fernández puede citarse a Malibran, quién obtuvo el Hándicap de las Américas en
1958.
Nacozareño, el cual conquisto por
tercera ocasión consecutiva el Clásico Internacional del Caribe a favor de
México, ofreciendo una carrera espectacular que es digno de verse.
Por cortesía de Youtube y
anecdotashipicas clásico del caribe 1971.
Y Beduino, un ejemplar pura sangre que
hizo historia y marco precedente al enfrentar al campeón de los Estados Unidos
Come Six en el Hipódromo de las Américas y vencerlo; posteriormente, rompe el
record mundial de 400 yardas cuarto de milla y se convierte en jefe de raza,
logrando descendencia de primer nivel que hasta la fecha continua su dinastía.
Por cortesía de Youtube y Cesar Rin el
reto Beduino Vs Come Six.
Finalmente, debe decirse que el criadero
Justo F. Fernández mantuvo un nivel de sus ejemplares que lograron brillar en
la década de los 80`s y 90`s, entre los que se puede mencionar a ejemplares
como Moscu, Alemania, Rivereño, Serampeum, Madrileño, Faraon, Alaska, Cafeina,
entre otros.
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