Por: Miguel Angel
Arévalo G.
Administrador del
Blog. Rumbo a la Meta.
La Industria hípica en México, es un
espacio de gran importancia a nivel nacional, en donde participan diversos
actores económicos y sociales, es una industria de gran significado con la que
cuenta el país a lo largo y ancho del territorio nacional.
Es una actividad profundamente arraigada,
cuya popularidad vive un momento de expansión generando condiciones propicias
para su fomento, desarrollo y crecimiento.
Además, por las características que
posee es un espacio multiplicador de oportunidades laborales, especialmente
para aquellos mexicanos de escasos recursos, en el curso del desarrollo de su
cadena productiva.
La industria Hípica, esto es, la cría,
el mejoramiento, la cuida, el entrenamiento equino, encuentra su culminante
expresión a través de las distintas disciplinas deportivas ecuestres y
constituye un verdadero factor de desarrollo y un espectáculo de esparcimiento.
También es considero un espacio a la salud (equinoterapia) que poco a poco se
va extendiendo en la República Mexicana.
Asimismo, es un coadyuvante en la
industria turística, ya que los espectáculos, eventos y actividades que se
desarrollan en materia de disciplina encuestre, la charrería e hipismo nacional
(hipódromo de las Americas), contribuyen positivamente a una derrama económica
a favor del turismo en las localidades en que se desarrollan.
Su dimensión de mayor importancia se
encuentra cuando el centro de atención es el caballo pura sangre y cuarta de
milla de carreras. El hipismo nacional es una actividad que moviliza, que
enciende y entusiasma. Es un deporte, una cultura, una pasión, que incide
favorablemente en la conciencia humana, de los aficionados a las carreras de
caballo pura sangre o cuarto de milla.
Actualmente, el Hipódromo de las
Americas, cumple 70 años, a través de su historia ha jugado un rol fundamental
y representa el gran motor para que la industria hípica mexicana, se
desarrolle, consolide y fortalezca, coadyuvando al beneficio social.
Sin embargo, en los recientes años, la
industria mexicana ha pasado por diversas problemáticas que la ponen en riesgo
y con ello la fuente de trabajo de aproximadamente 5000 empleos formales y más
de 3500 informales. Además, la problemáticas que atraviesa la hípica mexicana por
la falta de apoyos son subsanados por los criadores de caballos purasangre y
cuartos de milla; pero, tarde o temprano, dichas limitaciones impactaran en la
operación de la industria hípica, provocando su colapso y la perdida de miles
de empleos; sin considerar los efectos, que este hecho acarraría en la crianza
nacional.
En diversos países del cono sur, la
industria hípica se ha fortalecido de manera grata, derivado al impulso
integral entre las empresas privadas y el Estado, los cuales contribuyen
positivamente a que su cría nacional, sea reconocida como una tarea estratégica
y el propio crecimiento de la cantidad de establecimientos dedicados a esa
finalidad, la demanda sostenida que provoca la afición, han tenido como
resultado cifras muy importantes en cuanto a la cantidad de ejemplares nacidos
y comercializados en el país en los últimos años. Es una industria en bonanza,
derivado de acciones integrales a favor de su fomento y desarrollo.
Por ejemplo, en Uruguay, la
instalación de haras (Ranchos o criaderos) argentinos y brasileños señala la
atracción y la potencialidad de esta industria en el país hermano.
Actualmente, atraviesan un período que
marca una gran oportunidad para el despegue de la industria hípica en el
Uruguay. Una verdadera oportunidad para todo el país, que encuentra capacidad
de comprensión, compromiso y disposición de parte del gobierno nacional, como
nunca se había manifestado en gobiernos anteriores.
En Uruguay, se impulsa por parte del
Ministerio de Economía y Finanzas, a través de la Dirección General de Casinos,
una política de desarrollo con una visión global e integradora, donde además de
las fuerzas vivas que componen la actividad y el aporte privado, el Estado
participa activamente con un apoyo sensible y práctico al fortalecimiento y
promoción del turf Uruguayo.
Es por lo anterior, que en México, está
en nuestras manos y en todos aquellos involucrados en la industria hípica
mexicana, el generar oportunidades para que la hípica nacional crezca, se
desarrolle y sea una palanca de desarrollo.
Lograr hacerlo, supone y exige antes
que nada renovar conceptos, elevar la mira, superar atrasos y mejorar
sustancialmente nuestra visión de desarrollo. En donde el punto central, no
sólo sean las ganancias obtenidas sino además, el bienestar social que pueden
generar a favor de un amplio sector social.
El desarrollo de la actividad hípica debe
concebirse como una cadena productiva e industrial social integradora, que exige
un alto estándar de calidad y compromiso de todos los participantes.
El reto es su profesionalización y
transparencia, en donde todos aquellos actores que generan el dinamismo a la
hípica nacional, deben estar comprometidos a escribir una nueva historia de la
industria hípica de México, y si no existe esa historia, por que aún no se ha
escrito, es hora de empezar a escribirla día a día y que se exprese en el
mejoramiento sustancial de esta industria.
Para poder crecer y desarrollar a la
hípica mexicana, es imprescindible constituir y compartir una visión colectiva
de qué modelo de desarrollo hípico deseamos a corto, mediano y largo plazo; qué
modelo de hípica nacional se va impulsar, qué grado de compromiso y de
colaboración seremos capaces de generar entre los que participan activamente en
el desarrollo y fomento de la industria hípica mexicana, llámese criadores,
propietarios, entrenadores, jinetes, trabajadores de las cuadras; empresa y especialmente
el Estado, para que a través de un trabajo conjunto y comprometido se promueva
e impulse de manera significativa y moderna el crecimiento y la calidad de la
industria hípica mexicana.
Cabe mencionar, que los principales
hipódromos del exterior, actualmente están buscando modelos de desarrollo y
fomento de su industria hípica, con el fin de desarrollar y crecer.
Por tales motivo, es indispensable
plasmar en un documento abierto a la familia hípica, el Plan Nacional de
Desarrollo de la Industria Hípica, en donde participen todas las asociaciones
civiles que forman parte de este sector; y de manera conjunta e integral plasmar
en dicho documento, las problemáticas que atraviesa la industria, sus
principales necesidades y requerimiento; así como la importancia activa del
Estado Mexicano, en el desarrollo y crecimiento de la industria hípica, un
documento que se dirija a la Presidencia de la República y sea la propuesta de
la familia hípica para ser considerada dentro de las actividades que se
desarrollan para la conformación del Plan
Nacional de Desarrollo 20013 – 2018.
Porque el Hipódromo de las Americas es
un actor importante en la industria hípica, es importante su fortalecimiento y
desarrollo, pero al mismo tiempo es esencial que todos aquellos que participan
en la propia industria hípica, sean capaces de transformarse y crecer de manera
veraz y oportuna, como tanto lo desean miles de agremiados y la propia afición
hípica.
El hipismo mexicano debe ser un polo
de desarrollo, por que no son solo las carreras de caballos o simples apuestas
registradas que dan vida al espectáculo de las carreras de caballos pura sangre
y cuarto de milla; son la expresión viva y culminante del trabajo de miles de mexicanos,
el fruto del esfuerzo y la ilusión del criador, del peoncito, del herrero, el
veterinario, el entrenador, el jockey y muchos, muchos más, que representan la
verdadera riqueza y el alma de esta gran actividad.
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