Las “leyendas” se forjan
con esfuerzo, dedicación y temple. Los Ídolos nacen del sentimiento de un
pueblo, de una nación. En el ámbito hípico, diversos ejemplares han logrado
cautivar el sentimiento de la gente, lo que ha significado que fueran
considerados “leyendas” o “ídolos” por sus hazañas en la pista del Ovalo
Sotelino y por actuaciones a nivel internacional, dejando una onda huella y
satisfacción plena en la afición hípica que a través de las décadas ha sido
entusiasta, comprometida y conocedora.
Gay Daltón, tuvo la
oportunidad de brillar con luz propia en una Ovalo Sotelino que empezaba a
construir su propia historia. Ejemplares como American Master, Blue Stripe y
Step By; así como Gold Rust,
Inflammable, Permiso, The Gob, Kiosk, Stinging Bee, Famous Victory, Tamesis,
entre otros; fueron parte de la grandeza de ese marco inicial del Hipódromo de
las Américas, el proceso de asentamiento y aprendizaje que en esos años se realizó,
a la postre sería la parte esencial de crecimiento y desarrollo de la hípica
mexicana.
Atrás quedan esos
recuerdos, cuando las propias “anécdotas y leyendas” de los habitantes de la
Ciudad de México, generaban historias o reseñas que se difundían en torno al
espectacular recinto de la Hípica Mexicana.
Aquellas anécdotas que se daba
a conocer, en torno a los principales ejemplares que competían en la pista del
Ovalo Sotelino, fueron parte de esa magia que poco a poco se construía de las
carreras de caballos. Hay quienes aún recuerdan, cuando por las principales
vías de comunicación pasaban varios coches especiales llevando consigo caballos
pura sangre y de carrera para una exhibición equina que va a llevarse a cabo en
la Capital de la República, con motivo de la inauguración del Ovalo Sotelino.
La gente común, aquella que estaba ajena a lo que acontecía en la construcción
de un recinto majestuoso a la hípica, empezaba a sentir ese sentimiento de que
algo especial estaba por suscitarse.
Los comentarios sobre el
paso de coches llevando a costosísimos caballos de Bing Crosby, era una
verdadera noticia. Los trasladados en lujosos carros, eran la nota del día y la
espera de los niños y jóvenes por poder observar a esos mágicos corceles, muy
diferentes quizá en su tamaño y conformación a todos aquellos que en algún
momento participaron en el Hipódromo de la Condesa y Peralvillo.
Tampoco podemos olvidar,
esos comentarios curiosos que la gente hacia cuando se daba a conocer de la
llegada de valiosos ejemplares por tren, donde los cuidados, el esmero y el
tipo de alimentación que se le daba a los corceles, era para ejemplares
altamente competitivos y valiosos.
Todo ello era noticia
notable que la propia gente empezaba a difundir como pólvora.
Gay Dalton, fue parte de
esa magia inicial que envolvió las carreras de caballos, la construcción misma
del recinto hípico y la participación activa de las autoridades
gubernamentales, en el apoyo y promoción de la insipiente industria de la
hípica mexicana.
Gay Dalton, entra a los
corazones de la afición hípica no solo por la historia del origen de su propio
nombre o porque era atendido y ayudado por las danzas que ejecutaban en la zona
de caballerizas, Lobo Grande y Lobo Pequeño, dos indios navajos
que cuidaban al ejemplar. Se decía que la devoción y la dedicación de
sus cuidadores eran los principales factores de los logros excepcionales del
ejemplar. Su
cuidado no convencional incluyó cantos y la aplicación de grasa de venado en
las rodillas.
Pero la verdadera razón, de
que Gay Dalton se convirtiera en “leyenda” y luego en “ídolo” de la afición
hípica, se debió a su forma de correr, a ese estilo de competencia que hace
levantar a la afición de sus butacas y que provoca la angustia, el éxtasis y la
pasión.
Gay Dalton, era ese tipo de
ejemplar que le gustaba venir del fondo del mar, devorar la pista de carreras en
plena recta definitiva y obtener la victoria de manera espectacular y hasta
cierto punto contundente. Era un ejemplar, como solían describirlo: “un caballo
grande, sin muy buena figura, medio cabezón y un poco orejón, de color alazán
muy bonito, con la frente blanca; la mitad de la pata derecha era blanca y todo
lo demás, alazán parejo, tenia un tranco demoledor y un gran corazón, sus
cierres espectaculares encendían la pasión en el Ovalo Sotelino.
Mucho se hablo de la
presencia del jockey Ralph Neves, ese jinete conocido y respetado “el de la
jorobita”, que provoco que Gay Dalton volara y obtuviera el segundo Hándicap de
las Américas, fue traído por Buster Millerik, conformando un binomio que dio
como resultado el obtener el segundo clásico de clásicos, escribieron su propia
historia, convirtiéndose en “leyenda” y dando paso a la conformación del primer
“ídolo” de la afición hípica del naciente Hipódromo de las Américas.
El inolvidable hijo de American
Flag y nieto del inmortal jefe de raza, Man O'War, fue entrenado por el capitán
Patrick Irving O'Hay, fue el primero en llevar en dos ocasiones a la victoria a
Gay Dalton en el Hándicap de las Américas en 1944 y 1945.
Gay Dalton y su historia como corredor
Gay Dalton inicio su
campaña como corredor en las pistas de Arizona y Colorado; en 1943 se dirigió al sur
de la frontera con México junto con sus cuidadores indios americanos.
Su primera temporada en Las
Américas dio como resultado siete victorias en 12 aperturas incluyendo un
triunfo en el Handicap Gran Premio Nacional, un cuarto lugar en el Handicap
Presidencial, detrás de sus compañeros de American Master, Blue Stripe y Step
By; así como un cuarto sitio en el Derby Mexicano, donde sucumbió ante Gold
Rust e Inflammable y en el primer Hándicap de las Americas arribo en cuarto
sitio.
Durante su segunda temporada
en el hipódromo de Las Américas, logro contabilizar siete victorias en nueve
actuaciones. La
fama de Gay Dalton era bien conocida en los Estados Unidos en esa época, debido
principalmente a las restricciones que se tenía por la Segunda Guerra Mundial.
Gay Dalton en 1944
conquisto los Handicaps Hidalgo, Jalisco, Morelos y Presidencial. Logrando adjudicarse el
Handicap de Las Américas llevando en el sillín a el jockey Melvin Duhon. La victoria de Gay Dalton en la principal competencia del
calendario hípico del Ovalo Sotelino, lo consiguió venciendo a Seeing Eye por
quince cuerpos de diferencia e imponiendo un nuevo record récord
para la distancia de 2000 metros.
Esta actuación épica en el Handicap
de Las Américas fue recompensada con una ovación de la afición hípica, que
colmaban el Hipódromo de las Américas. La noticia de las grandes hazañas se
expandía no solo en la Ciudad de México, sino además, en diferentes estados de
la República.
Como no mencionar, esos
hechos que se describen de aquella época, cuando se promociono el Segundo Derby
Mexicano. Donde se hace mención de la cooperación que brindo Ferrocarriles
Nacionales, para que se dispusiera de trenes especiales para transportar con
las facilidades y la comodidad debida a los aficionados hípicos al evento del
Derby Mexicano, de Veracruz, Torreón, Monterrey y Guadalajara, se contaron con
las facilidades necesarias, provocando un éxodo de ciudadanos para estar
presente en el evento de mayor importancia para ejemplares de tres años. Se
anunciaba que el segundo Derby era exclusivo para propietarios mexicanos, lo
cual ofrecía mayor atracción para fomentar el turismo y generar mayor derrama
de los visitantes nacionales e internacionales que abarrotaban el Ovalo
Sotelino.
Pero regresando a nuestro tema, Gay Dalton, fue criado por el empresario de Chicago, William B. Greenlee, quién crió a este
hijo de American Flag y Traumerette en su Rancho Prado Verde en Abiquiu, Nuevo
México.
El nombre de Gay Dalton era
una combinación de los nombres de dos de sus dueños, Gaylord Burt, propietario
de una planta eléctrica, y Dalton Denton, un vendedor de gasolinera, ambos
residentes de Taos, Nuevo México.
El tercer socio en la
propiedad de Gay Dalton era su entrenador, el Capitán Patrick Irving O'Hay,
quien era originario de County Mayo, Irlanda.
Gay Dalton hizo una sola
incursión a los Estados Unidos el 14 de diciembre de 1944, participo en el Hollywood
Park para Michael E. "Buster" Millerick. Gay Dalton fue Caballo del
Año.
Debido a las restricciones
de la Guerra Mundial de 1945 en las carreras de Estados Unidos, Gay Dalton fue
enviado de regreso para competir en México. Durante la temporada en el
Hipódromo de Las Américas ganó cuatro carreras, incluyendo victorias repetidas
del Handicap de Las Américas (montado por Ralph Neves) y el Handicap
Presidencial, que sería su última presentación en tierras azteca.
Con esas conquistas logro su
segundo título de Caballo del Año en su país de adopción, México.
En junio de ese mismo año, tuvo
otra incursión en el suelo de los Estados Unidos para competir en Santa Anita. En un período de tres
semanas, del 16 de junio al 7 de julio, compitió en el Handicap de Beverly
Hills, el Handicap de Arcadia, el Handicap de Santa Anita y el San Juan
Capistrano.
Como era su estilo de
competencia, Gay Dalton recorrió los campos temprano y cerró tarde con cargos
furiosos. Lamentablemente,
se quedó corto en todas sus competencias, pero demostró su calidad como
corredor.
Su mejor actuación se produjo
el 30 de junio en el Santa Anita Handicap, cuando terminó en el tercer lugar.
Gay Dalton y su fallecimiento
El 23 de octubre de 1945,
mientras estaba en Hollywood Park, Gay Dalton murió de cólico, aproximadamente,
un año y seis días después del fallecimiento del capitán O 'Hay.
De acuerdo con un clip de
noticias en The Blood Horse , la gerencia de Hollywood
Park había reservado una parcela en el interior de la pista para que fuera
enterrado.
El Hándicap Gay Dalton tiene su historia.
El Hándicap Gay Dalton,
la gran carrera anual en honor del primer caballo “ídolo de la afición mexicana”,
será el plato fuerte de la función del próximo sábado 17 de Marzo del 2018, pero
de igual forma se realiza el Clásico Aniversario.
El Hándicap Gay Dalton a
través de su historia, nos brinda momentos espectaculares de ejemplares que
disputan esa carrera, pues bien, en breve daremos una reseña de tres momentos
diferentes en que se ha llevado este Hándicap y su resultado ha sido de un
final de película. Tres momentos en donde, el deseo de victoria y de triunfo,
provoca que el final sea de alarido y espectacular.
En breve, lo tendrá en
Rumbo a la Meta….
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